sábado, 7 de marzo de 2015

¿Cómo actuar si mi hijo se atraganta?. Fuente: El Correo

  • El atragantamiento es la obstrucción accidental de las vías respiratorias, un problema que puede acarrear graves consecuencias. El presentador Iker Jiménez salvó a una niña que se atragó una etiqueta el pasado 21 de febrero

  • Si la obstrucción es parcial, mientras el niño tosa o llore, aunque presente algunos signos de afectación, colocándole en posición incorporada, hay que estimularle para que siga tosiendo, no debiendo jamás realizar maniobras de extracción. Hay que observarle cuidadosamente si expulsa el cuerpo extraño o si, por el contrario, se agota y la tos se hace inefectiva, en cuyo caso habrá que valorar el nivel de conciencia para iniciar maniobras de desobstrucción.El presentador Iker Jiménez salvó a una niña que se atragó una etiqueta el pasado 21 de febrero.
    Si la obstrucción es total o casi completa, se puede efectuar la extracción manual del objeto si éste es fácil de ver y extraer. Si es así, se puede usar la maniobra de gancho, que consiste en introducir un dedo por el lateral de la boca y después, con un movimiento de barrido, se utiliza el dedo a modo de gancho para extraer el cuerpo extraño.
    Lactante
    Las maniobras de obstrucción consisten en: golpes en la espalda, compresiones torácicas y compresiones abdominales, cada una de las cuales se utilizará según la edad y la situación del paciente. En el lactante la recomendación es dar 5 golpes en la espalda, sujetando al lactante en decúbito prono (boca abajo), apoyándolo sobre el antebrazo, con la mano sujetándolo firmemente por las mejillas y con los dedos índice y pulgar para mantener la cabeza ligeramente extendida y la boca abierta.
    Para conseguir que la cabeza se encuentre más baja que el tronco, en posición de sentado, se puede apoyar el antebrazo sobre la pierna (muslo) flexionándola. Una vez colocado se golpeará cinco veces con el talón de la otra mano en la zona interescapular, debiendo ser estos golpes rápidos y moderadamente fuertes.
    Después, 5 compresiones en el tórax. Sujetando la cabeza se coloca al lactante en decúbito supino (boca arriba) apoyándolo sobre el otro antebrazo y sujetando el cuello y la cabeza con la mano. No se deben realizar compresiones abdominales en el lactante por el riesgo potencial de rotura de vísceras. Para conseguir que la cabeza esté más baja que el tronco se apoyará el antebrazo sobre la pierna. Una vez colocado se golpeará cinco veces con el talón de la otra mano en la zona interescapular, debiendo ser estos golpes rápidos y moderadamente fuertes. Después, 5 compresiones en el tórax. Sujetando la cabeza se coloca al lactante en decúbito supino (boca arriba) apoyándolo sobre el otro antebrazo y sujetando el cuello y la cabeza con la mano. No se deben realizar compresiones abdominales en el lactante por el riesgo potencial de rotura de vísceras.
    Para conseguir que la cabeza esté más baja que el tronco se apoyará el antebrazo sobre la pierna. Una vez en esta posición, se realizarán 5 compresiones torácicas con dos dedos (índice y medio), situados en dirección a la cabeza, justo debajo de la línea intermamilar. Tras las compresiones en la espalda y torácicas hay que evaluar el estado del lactante, su estado de conciencia, su respiración (ver, oír, sentir) y la presencia o no de tos (esfuerzo respiratorio).
    Si es un niño
    La diferencia principal es que se sustituyen las compresiones torácicas por las abdominales (maniobra de Heimlich) con el fin de aumentar la presión intrabdominal y así, indirectamente, la presión intratorácica. Primero, se le dan los golpes en la espalda con el niño en bipedestación (en decúbito supino si está inconsciente). Con el niño en bipedestación, ligeramente inclinado hacia delante, se darán 5 golpes a nivel interescapular. Después, compresiones abdominales.
    Tras la maniobra anterior se realizarán 5 compresiones abdominales. Para ello el reanimador se coloca de pie, detrás del niño, sujetándolo, pasando los brazos por debajo de las axilas y rodeando el tórax del niño, manteniendo los codos separados de las costillas del niño para evitar posibles fracturas costales. Al mismo tiempo se colocará la mano en forma de puño con el pulgar flexionado hacia dentro, apoyándola en la línea media del epigastrio, entre el esternón y el ombligo. Con la otra mano se agarrará el puño para realizar un movimiento de presión dirigido al mismo tiempo hacia atrás y hacia arriba.

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