domingo, 26 de octubre de 2014

Donar médula es más sencillo de lo que parece. Fuente: El Correo

  • Así es el proceso que puede ayudar a salvar una vida. 

  • Por ejemplo, la de Jacqueline, la niña de Bilbao de 5 años que necesita un trasplante urgente tras echarse atrás a última hora la persona que se lo iba a facilitar

Jacqueline Contreras tiene cinco años, pero su familia asegura que apenas le quedan dos semanas de vida. Su único remedio pasa por un trasplante de médula ósea, pero no es tan fácil encontrar a alguien compatible. El banco de donantes dio con una persona idónea, pero hace solo cuatro días le perdieron la pista. La familia está desesperada, y se ha lanzado a realizar una campaña alegando a la solidaridad de la gente: que donen su médula. Ekaitz, un pequeño de 6 años de Durango, ha muerto esta semana al no encontrar a su 'ángel' salvador.
Lejos de lo que pueda parecer, esta no es una intervención complicada. Una extracción de sangre basta para salvar vidas. No existen demasiados requisitos, excepto el imprescindible de estar sano y se puede ayudar a una persona de cualquier parte del mundo. En el País Vasco, alrededor de unas 6.380 personas son donantes. Las posibilidades de que sean requeridas son muy bajas: una de cada 1.300. Porque el problema reside ahí, en la compatibilidad.
¿Qué es la médula ósea?

Es un tipo de tejido que se encuentra dentro de los huesos largos, vértebras, costillas, esternón, huesos del cráneo, clavícula, omóplatos y pelvis.
¿Qué se obtiene de ella?

Células madre, encargadas de producir glóbulos blancos y rojos y las plaquetas. También puede obtenerse a partir de la sangre circulante y del cordón umbilical.
Si se necesita un trasplante, ¿dónde se empieza a buscar?

Entre los miembros de la familia del paciente. Las posibilidades de que sus hermanos sean compatibles son de un 30%. Si recurrimos a cualquier otro pariente, las probabilidades se reducen a un 5%. Si aún así no hay nadie idóneo, hay que recurrir a donantes voluntarios. Para ello, se acude a las bases de cada país, y estas al resto del mundo. A España le corresponde el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO), creado en 1991 por la Fundación Josep Carreras e interconectado a la red internacional de bancos.
¿Lleva mucho tiempo encontrar un donante compatible?

Normalmente, entre unos dos y tres meses. Entre el 90% y el 95% de los enfermos acaban encontrando un trasplante.
¿Cuáles son los requisitos para ser donante?

Es obligatorio tener entre 18 y 55 años y no haber padecido ninguna enfermedad grave o transmisible. El candidato deberá pasar una entrevista personal con un profesional sanitario experto. Será el momento para aclarar dudas sobre el proceso. Si se está de acuerdo con todas las condiciones, deberá firmar un documento de consentimiento y someterse a una analítica para determinar su matrícula inmunológica. Esta determinará más tarde si es compatible o no con un receptor. Estos datos se comparten con los registros internacionales. La donación podrá ser destinada a cualquier persona del mundo.
¿Qué ocurre cuando se encuentra a la persona idónea?

Se contacta con el voluntario para que dé su consentimiento y se verifica su compatibilidad. Si la prueba resulta positiva, se someterá a la donación en el centro hospitalario que le corresponda. En Euskadi, el Hospital Universitario de Donostia es el de referencia para los trasplantes de médula en adultos. El año pasado, realizó 87 intervenciones de este tipo, el doble que en 2012.
¿Cómo se extraen las células madre?

Existen dos procesos. El primero es el de la donación directa de la médula ósea, que se extrae a través de punciones aspirativas en la pelvis. Se precisa de anestesia (general o epidural) y de un ingreso hospitalario de 24 horas.
El segundo método es el de la extracción de sangre. Al voluntario se le inyecta un medicamento durante cuatro o cinco días antes de la intervención, que se realiza mediante una técnica denominada aféresis: la sangre es extraída, se separan los componentes que se necesitan, y el resto es devuelto al cuerpo del donante. Este no deberá ser ingresado.
¿Cuánto tiempo pasa desde que se localiza un donante hasta la operación?

Desde que aparece una matrícula inmunológica compatible hasta que se extraen sus células madre suele pasar una semana. Se intenta que este momento sea lo más cercano posible al día en el que el receptor finaliza un tratamiento previo con quimioterapia y/o radioterapia, puesto se destruye su sistema inmunológico. La transfusión de las células se realiza en un solo día. La recuperación, sin embargo, se alarga entre ocho y doce semanas.
¿Cómo se realiza el trasplante?

Primero, se 'sanea' la médula del receptor con quimioterapia y radioterapia. Así se eliminan las células enfermas del paciente y se evita un posible rechazo. Las células nuevas son suministradas vía intravenosa en un proceso no doloroso. Una vez en el cuerpo, ellas solas irán hasta las cavidades óseas, donde crecerán y sustituirán a las anteriores.
¿Cuándo se sabe si la operación ha sido exitosa?

Al someterse a un proceso con quimioterapia o radioterapia, los recuentos sanguíneos caen a cero durante una o dos semanas. Uno de los síntomas de recuperación es que estos niveles vuelvan a números normales a partir del implante.
¿Existe posibilidad de rechazo?

Sí, se conoce como la enfermedad injerto contra huésped (EICH). Se produce dentro de los tres primeros meses después del trasplante, en el 30-40% de los casos entre parientes y en el 60-80% cuando el injerto viene de un desconocido. Después de la intervención, el receptor toma una serie de medicamentos que impedirán que su sistema inmunitario luche contra las células huéspedes y se genere la EICH.

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