Fallece a los 38 años el vecino de Santurtzi que compartió en un blog su valentía al enfrentarse a la Esclerosis Lateral Amiotrófica
"Sé que no puedo cambiar mi final ni alterar mi futuro. Pero lo que sí puedo es seguir viviendo con ganas. Quiero seguir disfrutando de la vida y de la compañía de los míos». Mikel Trueba nunca ocultó lo difícil que es enfrentarse con tanta serenidad y lucidez a un diagnóstico terrible y definitivo. Él consiguió amar las pequeñas cosas y recuperar la sonrisa «después de un mar de lágrimas».
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padecía desde hace casi una década acabó ayer con su vida a los 38 años. Murió mientras dormía, como él deseaba, tras compartir su lucha con su familia y amigos y otras muchas personas a través del blog 'Las sorpresas de la vida', integrado en el canal Vida Solidaria puesto en marcha por EL CORREO y BBK, y el documental 'Alma', que fue finalista en los Goya.
Su historia ha llegado a muchas personas que ahora lloran
su pérdida junto a los vecinos de Santurtzi, donde Mikel era muy
querido. Según explicó ayer a este periódico su hermano Javier, la
familia ha organizado un primer acto de despedida, «abierto a todas las
personas que lo querían», que se celebrará mañana en el Tanatorio
Bizkaia de Barakaldo, a las 19.30 horas. Una despedida de cáracter laico
- «él no era religioso»- que probablemente no será la última. Tanto sus
familiares como varias agrupaciones locales barajan la posibilidad de
organizar «algo más popular» para honrar su memoria en un futuro
cercano.
Las motos y el rock
Su esposa, Rosana, le encontró muerto a las ocho de la
mañana, tal como él había imaginado. «Tengo asumido que moriré y no será
agradable, ojalá sea durmiendo», dejó escrito en su blog. «Lo que me da
miedo es dejar a los míos. Pienso en mi niña y se me arruga el
corazón». Anne, su pequeño «colibrí» como él la llamaba, le acompañó
desde el principio en su lucha. Su esposa estaba embarazada de tres
meses cuando le diagnosticaron esta enfermedad 'rara' e incurable que
ocasiona un rápido deterioro físico y provoca la muerte del 80% de los
afectados en menos de cinco años. «Es como una anaconda», decía. Pasó
una etapa de «hundimiento», dos años de rabia y desesperación, hasta que
empezó a «sacar un poco la cabeza» al escribir el blog y fue
recuperando las ganas de vivir. Los suyos le recuerdan «valiente».
Siempre «con la sonrisa por delante». Era un apasionado de las motos, el
Atlético de Madrid y el rock, que le emocionaba. Un directo de AC/DC en
el BEC fue su mejor concierto.
El deporte formaba parte de su filosofía
vital cuando la salud le acompañaba. Mientras sus extremidades le
respondieron practicó waterpolo, natación y triatlón; pero también se
había aficionado a los maratones. «Era majísimo y corríamos juntos
carreras populares», comentaba Txiki Carrocera, presidente del club de
atletismo y miembro de la asociación de comerciantes de la localidad
marinera. No se olvida de este hombre «con unas terribles ganas de vivir
para ver a su hija, que era todo para él». Rosana ha sido «una heroína»
que «le ha cuidado todo el día, a todas las horas». Su madre Charo, que
no le ha dejado ni a sol ni a sombra, y la familia al completo merece
«nuestro cariño y apoyo». «Lo sentimos mucho todos», dice .
«Mikel participaba mucho en la vida del pueblo y viene de
una familia hostelera muy apreciada a pie de calle. Se les tiene un
cariño especial», destaca el presidente la asociación de restauradores
del municipio, Joseba Ramos. «Todos hemos aprendido mucho de él. Era una
persona muy fuerte que daba ánimos a todo el mundo», destaca. «Se
esforzó para que su enfermedad fuese conocida e investigada, para
encontrar soluciones». El alcalde, Ricardo Ituarte, califica la lucha de
su convecino por aferrarse a la esperanza como «un ejemplo de
superación, orgullo y dignidad. Todos debemos devolverle lo que nos ha
enseñado». Quienes le admiraban podrán releer los sabios consejos que
regaló en su blog, dejar atrás el dolor y «vivir disfrutando».
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