Más de 120 millones de personas conviven con EPOC en el mundo y se estima que pueda convertirse en la tercera causa de muerte en el mundo en 2030. El buen control de esta patología es imprescindible para poder manejarla, ya que, si no se siguen las pautas adecuadas puede verse limitada la capacidad de realizar actividades cotidianas. Muchos pacientes relacionan los síntomas de esta enfermedad con la edad y no acuden a los profesionales sanitarios para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Por esta razón, Boehringer Ingelheim ha lanzado la campaña “no llegar no es normal”, protagonizada por Imanol Arias, donde se muestran aquellos síntomas que deberían ser motivo de consulta y así concienciar a la población de acudir a los profesionales sanitarios para tratarse. Gracias a una máscara que simula la capacidad pulmonar y unas pesas, el actor realiza una simulación real en la que vive en primera persona los obstáculos que sufre un paciente con EPOC en situaciones cotidianas, tales como responder al teléfono, subirse al metro o cargar con las bolsas de la compra.
A menudo los pacientes con EPOC se sienten frustrados en su día a día por la incapacidad que les genera la falta de aire y el agotamiento. Sobre ello, Imanol explica: “mi estado de ánimo decaía conforme iba transcurriendo el experimento, terminando con una sensación un poco angustiosa”. Además, el actor añade: “participar de esta experiencia me ha permitido conocer muy de cerca qué siente un paciente con EPOC en el desarrollo de pequeñas actividades tan cotidianas como cargar una bolsa de la compra o caminar. Es importante que los pacientes no dejen de acudir a su médico, ya que les puede ayudar. Muchos pensarán que hay limitaciones de acciones del día a día que son cosa de la edad, pero como bien dicta el nombre de esta campaña “No llegar no es normal”, añade Imanol.
En este sentido, Cruz González, de la Consulta Monográfica de EPOC del Servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Valencia añade: “si es fumador, se fatiga, tose y expectora por las mañanas, tiene que saber que eso no es normal. Tenemos una prueba muy sencilla como es la espirometría con la que podemos conocer la capacidad pulmonar de la persona y saber si tiene EPOC”. Respecto a las personas ya diagnosticadas, la especialista comenta que: “es muy importante que se tomen el tratamiento prescrito por su médico para tener un buen control de la enfermedad, ya que los pacientes que no cumplen el tratamiento o tienen un cumplimiento insuficiente o incorrecto de la terapia inhalada pueden sufrir un agravamiento de los síntomas de su enfermedad y ataque agudo de fatiga. En definitiva, si la EPOC está bien controlada, el paciente tendrá más energía para disfrutar de las actividades que conforman su día a día.”
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