El Consejo General de Enfermería pone en marcha un estudio para investigar si los profesionales están lo suficientemente protegidos de determinadas sustancias potencialmente peligrosas para la salud.
El Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) va a poner en marcha una investigación con profesionales que están en contacto con algunos medicamentos peligrosos para comprobar si están expuestos a determinadas sustancias potencialmente peligrosas para la salud.
Según informa el CGE en un comunicado, casos recientes, como el de la enfermera valenciana expedientada por negarse a manipular, sin las medidas de seguridad pertinentes, un fármaco que hubiera puesto en riesgo su embarazo, ha sacado a la luz que muchos profesionales de toda España pueden estar ejerciendo su labor “sin las necesarias garantías y podrían estar acumulando en su organismo residuos peligrosos”.
El estudio analizará muestras
de orina de los profesionales y, si se demuestra que la seguridad de los
trabajadores no está garantizada mediante los medios de protección necesarios y
los protocolos adecuados, la Mesa de la Profesión Enfermera (compuesta por el
Consejo General y el Sindicato Satse, que también colabora en el proyecto),
exigirá a todas las Administraciones Públicas que se tomen la medidas
pertinentes “para que ningún profesional sanitario ponga en riesgo su salud en
el puesto de trabajo”.
De forma paralela, el Consejo
General trabaja a nivel europeo para la modificación de la directiva comunitaria
que aborda los medicamentos peligrosos para que se elabore un listado de
fármacos que implican una manipulación y administración especial junto con una
serie de medidas mínimas y protocolos de actuación que amparen a toda la
enfermería europea.
Algo, como explica José
Luis Cobos, director del Instituto Español de Investigación Enfermera, en
lo que ya se ha avanzado en nuestro país: “En España, hemos conseguido que se
apruebe una nota técnica de prevención en la que se aclara la necesidad del uso
de sistemas cerrados para la preparación de estos medicamentos. Asimismo,
recientemente, se ha aprobado el listado de aquellos que se consideran
peligrosos y las medidas que hay que tomar para su manipulación y
administración”.
Entre estos fármacos, recuerda Cobos, se encuentra el
micofenolato de mofetilo, medicamento que dio lugar al expediente de la
enfermera embarazada hace apenas un mes y que, según explica, “es un
medicamento peligroso, clasificado en la lista del Instituto Nacional para la
Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH) como posible o probable
carcinógeno, mutágeno, genotóxico y/o reprotóxico”.
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