La ‘maniobra de Heimlich’ es altamente efectiva, aunque con niños que aún no andan, las técnicas son distintas
Ver a alguien atragantándose no es una situación especial y sí muy común. De hecho, existen remedios rápidos como dar unas palmadas en la espalda que suelen ser efectivos. Pero si en alguna ocasión ves que no funciona, aquí te indicamos tres técnicas a aplicar para evitar males mayores.
Hay que conseguir que la persona afectada logre toser, y si no, darle palmadas en la espalda. Inclínala y sujétala firmemente con una mano en el centro del pecho. Con la otra da un golpe fuerte en la espalda. Esto se puede llevar a cabo en hasta cinco ocasiones.
En caso de no conseguir la respuesta deseada, abraza a la persona por detrás y cierra el abrazo agarrando el pulgar de una mano con los dedos de otra, generando un puño en la barriga entre el ombligo y el esternón. Aprieta hacia adentro y hacia arriba. Es la conocida como la ‘maniobra de Heimlich’. Se puede realizar en hasta cinco ocasiones a fin de que salga expulsado el trozo con el que la persona se está atragantando.
Si ninguno de estos procedimientos surte efecto, mejor llamar a una ambulancia, aunque las probabilidades de éxito con los métodos anteriormente mencionados son considerablemente altas.
¿Y si es un bebé o un niño que aún no sepa andar? Ponlo boca abajo sobre tu brazo y en horizontal, dale un golpe seco en la espalda o una palmada. Si no funciona aprieta con fuerza con dos dedos el pecho del niño hacia el interior y hacia arriba en el esternón.
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