La pulsera con código de barras reduce a la mitad los errores de identificación en Osakidetza.
Las infecciones hospitalarias afectan al 4,5% de los pacientes ingresados.
La pulsera con código de barras, implantada ya en el 100% de hospitales de agudos y de media y larga estancia de Osakidetza, ha reducido a la mitad los errores de identificación de pacientes. Así lo ha resaltado hoy el consejero de Salud, Jon Darpón, en el Parlamento vasco. Acompañado del responsable de programas de Salud Pública y Seguridad del Paciente, Enrique Peiró. Darpón ha señalado que es uno de los logros de la aplicación en Osakidetza de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2013-2016.
El principal objetivo de este plan es trabajar coordinadamente en todos los centros sanitarios, compartiendo el conocimiento y las buenas prácticas para garantizar la seguridad de los pacientes. Así, Osakidetza cuenta con un programa corporativo, organizado en diferentes grupos de trabajo en los que participan más de 300 profesionales y dirigido por los referentes de seguridad de las diferentes organizaciones.
El informe de evaluación destaca también la disminución de la prevalencia de pacientes con infección nosocomial (hospitalaria) más de un punto entre 2013 y 2016, situándose en un 4,5%. Al igual que se han aminorado las tasas de presencia de bacterias sociada a catéteres, así como las de neumonía asociada a ventilación mecánica de los pacientes ingresados en las unidades de cuidados intesivos (UCI).
Peiró ha explicado que Osakidetza ha priorizado la formación interna de los trabajadores con cursos 'on line'; entre otros los de seguridad del paciente, con una participación de 10.557 profesionales y los de higiene de manos durante la atención sanitaria, en los que han participado 10.968 trabajadores.
Prevención de la malnutrición
Por su parte, Darpón ha recordado que la seguridad absoluta no existe. «A pesar de ello, hemos de mantener en el esfuerzo y el compromiso colectivo para asegurar la máxima inmunidad posible, lo que implica perseverar hasta conseguir que la cultura de la seguridad del paciente enraice profundamente en nuestro sistema sanitario».
En ese sentido, ha adelantado que su departamento trabaja ya, sobre los datos aportados por esta evaluación, en la actualización de la Estrategia para los próximos años. Un documento que según remarcaba, garantizará la continuidad de las líneas mas relevantes, como son la prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, buenas prácticas asociadas a los cuidados del paciente, notificación de incidentes de seguridad sin daño y la implicación de los pacientes en su propia seguridad. Además, incorporará aspectos novedosos como la prevención de la malnutrición, la resistencia a los antibióticos y la seguridad en los servicios de urgencias.
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