¡!Hola a todos!!
Como muchos ya sabréis, o casi todos (al final esto es como un pueblo,) me
gusta correr, lo mío es salir con las zapatillas, la pantaloneta.. y sufrir.
Os voy a contar como empiezan y como terminan las carreras que yo corro (las
gordas....las largas..... las que suelo hacer una vez al año y en las que
invierto varias horas,....casi un día).
El día de la inscripción es como el primer día de cole, como el día de la
presentación...nervios, ganas, ilusión, motivación, la sensación de que estás
poniendo toda la carne en el asador.
En los primeros entrenos las zapatillas brillan, están nuevas.....aún queda
mucho desgaste en ellas hasta cruzar la meta.
Y llegan los días de invierno: lluvia, frío,.. Te dices: ¡qué pereza, pero
quien algo quiere, ¡! pues eso..... a ponerse las zapatillas (que por cierto ya no son tan
amarillas fosforescentes) y a mojarse. Apretar los dientes, y al monte a
embarrarse. Casi mil metros, una ventisca del copón, frío en las manos, los
guantes en casa,… y en la cabeza:¿ qué hago yo aquí?, …si estaría mejor en casa..,
jejeje …y como en el curso: ¿dónde queda la presentación en la que todo era
bonito, había ilusión, cuando aún no había que esforzarse?. Pero hay una meta,
y esa la he elegido yo, y es lo que quiero y por lo que me tengo que esforzar.
Así que, a proponerte llegar a la cima, a que pasen estos días, después tendré
descanso.....
Y así, con los ¡qué pereza!, ¡qué sufrimiento!, ¡qué frío!, ¡qué calor!...
llegamos al día de la carrera, con posibilidades de llegar a la meta porque
poco o mucho algo he hecho para merecerme estar ahí, como todos los que ese día
estarán en la salida a mi lado.
Otro día de nervios, ilusión, ganas....como el día de la presentación, pero
esto ya es el examen final, así que también se nota ansiedad, impaciencia,
ganas de empezar y terminar.
Todos en la salida, se escuchan comentarios como: hasta el km tal… vaa,
fácil!... que cómo lo complica la organización....pero todos sabemos que de la
salida partimos todos a la vez pero no todos igual de preparados ni con la
disposición para hacer el esfuerzo.
Así que, hay que luchar, que no es poco haber llegado a terminar, que ya es
en sí un triunfo.
Y os estoy hablando de una de mis vivencias en esas carreras el año pasado.
Era en el km 60 y ya casi 9 h corriendo...... Lo típico: q haré yo aquí,
que necesidad de sufrir, si el primero ya está terminando....pero como digo yo,
el primero es el que menos tiempo de esfuerzo hace, sin que me malinterpretéis.
Ese, cuando yo llego a la meta, ya lleva casi 6 horas descansando, comido y
duchado.
Desmotiva, eh! pero yo también quiero llegar, porque aunque él ha sido más
rápido, en la meta ya somos iguales (bueno parecidos). Yo no tengo la fama pero
lo he conseguido y ahí es donde está el mérito de esforzarse. Los dos hemos
llegado y hemos hecho el camino.......y lo sigo diciendo, yo con más mérito porque
me he tenido que esforzar más que él aunque solo sea porque he estado corriendo
casi 6 horas más.
Y estaréis pensando, ¡Ya, qué pesado con el esfuerzo!! Pero es que ahí está
la esencia de correr, de alcanzar la meta con mérito, de saber que lo has dado
todo.
Por eso, mi enhorabuena para todos los que
aquí nos encontramos porque la mayoría a estas alturas sigue corriendo y con la
ilusión de llegar.......a la META.
Muchas
gracias
0 comentarios:
Publicar un comentario